POEMA DE VIDEO

Para el trabajo del video tomamos la decisión del poema de

PABLO NERUDA “AHORA ES CUBA”

Mi idea para este video es tomar video de edificios modernos y antiguos , insertándole música cubana de fondo, con video de gente comprando en supermercados y otra toma con gente realmente en pobreza extrema, y tomar la vista de un árbol en el que se vea su vida en esplendor y otra toma de un árbol, el cual por el tiempo esta botando sus flores, y terminarlo con ruido o música de mar e insertarle una noticia de internet, de una muerte de balseros cubanos para dar a demostrar el dolor de su huida .

¿Porqué tome este Poema?

Al leerlo me intereso mucho como lo plasma Pablo Neruda, el sufrimiento que viven los cubanos y como poco a poco el cubano se ha dado cuenta que no es una forma ideal de vida ,porque como todo ser humano necesita libertad e independencia económica, podría ser escasa pero no medida y racionada por el gobierno, el cual es el que toma la decisión que comer, vestir que tiene que tener cada familia .

Asimismo no negando que en este país hay gente con comodidades, el cual es un país que como virtud tiene que no haya personas analfabetas sino son profesionales Universitarias, pero los cuales están siendo desaprovechados, ya que muchos trabajan limpiando piscinas en hoteles para los turistas, los cuales ven una cuba ostentosa y moderna siendo en el interior del país la forma mas dura de vida . Por lo cual me llamo la atención porque plasma el dolor y la tristeza del desenlace que sufre esta gente al querer huir de su país para un mejor futuro o una libertad de vida.-


CUENTOS, RIMAS Y POEMAS

Cuento
Jorge Luis Borges
La Intrusa
Dicen (lo cual es improbable) que la historia fue referida por Eduardo, el menor de los Nelson, en el velorio de Cristián, el mayor, que falleció de muerte natural, hacia mil ochocientos noventa y tantos, en el partido de Morón. Lo cierto es que alguien la oyó de alguien, en el decurso de esa larga noche perdida, entre mate y mate, y la repitió a Santiago Dabove, por quien la supe. Años después, volvieron a contármela en Turdera, donde había acontecido. La segunda versión, algo más prolija, confirmaba en suma la de Santiago, con las pequeñas variaciones y divergencias que son del caso. La escribo ahora porque en ella se cifra, si no me engaño, un breve y trágico cristal de la índole de los orilleros antiguos. Lo haré con probidad, pero ya preveo que cederé a la tentación literaria de acentuar o agregar algún pormenor.
En Turdera los llamaban los Nilsen. El párroco me dijo que su predecesor recordaba, no sin sorpresa, haber visto en la casa de esa gente una gastada Biblia de tapas negras, con caracteres góticos; en las últimas páginas entrevió nombres y fechas manuscritas. Era el único libro que había en la casa. La azarosa crónica de los Nilsen, perdida como todo se perderá. El caserón, que ya no existe, era de ladrillo sin revocar; desde el zaguán se divisaban un patio de baldosa colorada y otro de tierra. Pocos, por lo demás, entraron ahí; los Nilsen defendían su soledad. En las habitaciones desmanteladas dormían en catres; sus lujos eran el caballo, el apero, la daga de hojas corta, el atuendo rumboso de los sábados y el alcohol pendenciero. Sé que eran altos, de melena rojiza. Dinamarca o Irlanda, de las que nunca oirían hablar, andaban por la sangre de esos dos criollos. El barrio los temía a los Colorados; no es imposible que debieran alguna muerte. Hombro a hombro pelearon una vez a la policía. Se dice que el menor tuvo un altercado con Juan Iberra, en el que no llevó la peor parte, lo cual, según los entendidos, es mucho. Fueron troperos, cuarteadores, cuatreros y alguna vez tahúres. Tenían fama de avaros, salvo cuando la bebida y el juego los volvían generosos. De sus deudos nada se sabe y ni de dónde vinieron. Eran dueños de una carreta y una yunta de bueyes.

Físicamente diferían del compadraje que dio su apodo forajido a la Costa Brava. Esto, y lo que ignoramos, ayuda a comprender lo unidos que fueron. Malquistarse con uno era contar con dos enemigos.

Los Nilsen eran calaveras, pero sus episodios amorosos habían sido hasta entonces de zaguán o de casa mala. No faltaron, pues, comentarios cuando Cristián llevó a vivir con él a Juliana Burgos. Es verdad que ganaba así una sirvienta, pero no es menos cierto que la colmó de horrendas baratijas y que la lucía en las fiestas. En las pobres fiestas de conventillo, donde la quebrada y el corte estaban prohibidos y donde se bailaba, todavía, con mucha luz. Juliana era de tez morena y de ojos rasgados; bastaba que alguien la mirara, para que se sonriera. En un barrio modesto, donde el trabajo y el descuido gastan a las mujeres, no era mal parecida.

Eduardo los acompañaba al principio. Después emprendió un viaje a Arrecifes por no sé qué negocio; a su vuelta llevó a la casa una muchacha, que había levantado por el camino, y a los pocos días la echó. Se hizo más hosco; se emborrachaba solo en el almacén y no se daba con nadie. Estaba enamorado de la mujer de Cristián. El barrio, que tal vez lo supo antes que él, previó con alevosa alegría la rivalidad latente de los hermanos.

Una noche, al volver tarde de la esquina, Eduardo vio el oscuro de Cristián atado al palenque En el patio, el mayor estaba esperándolo con sus mejores pilchas. La mujer iba y venía con el mate en la mano. Cristián le dijo a Eduardo:

-Yo me voy a una farra en lo de Farías. Ahí la tenés a la Juliana; si la querés, usala.

El tono era entre mandón y cordial. Eduardo se quedó un tiempo mirándolo; no sabía qué hacer. Cristián se levantó, se despidió de Eduardo, no de Juliana, que era una cosa, montó a caballo y se fue al trote, sin apuro.

Desde aquella noche la compartieron. Nadie sabrá los pormenores de esa sórdida unión, que ultrajaba las decencias del arrabal. El arreglo anduvo bien por unas semanas, pero no podía durar. Entre ellos, los hermanos no pronunciaban el nombre de Juliana, ni siquiera para llamarla, pero buscaban, y encontraban razones para no estar de acuerdo. Discutían la venta de unos cueros, pero lo que discutían era otra cosa. Cristián solía alzar la voz y Eduardo callaba. Sin saberlo, estaban celándose. En el duro suburbio, un hombre no decía, ni se decía, que una mujer pudiera importarle, más allá del deseo y la posesión, pero los dos estaban enamorados. Esto, de algún modo, los humillaba.

Una tarde, en la plaza de Lomas, Eduardo se cruzó con Juan Iberra, que lo felicitó por ese primor que se había agenciado. Fue entonces, creo, que Eduardo lo injurió. Nadie, delante de él, iba a hacer burla de Cristián.

La mujer atendía a los dos con sumisión bestial; pero no podía ocultar alguna preferencia por el menor, que no había rechazado la participación, pero que no la había dispuesto.

Un día, le mandaron a la Juliana que sacara dos sillas al primer patio y que no apareciera por ahí, porque tenían que hablar. Ella esperaba un diálogo largo y se acostó a dormir la siesta, pero al rato la recordaron. Le hicieron llenar una bolsa con todo lo que tenía, sin olvidar el rosario de vidrio y la crucecita que le había dejado su madre. Sin explicarle nada la subieron a la carreta y emprendieron un silencioso y tedioso viaje. Había llovido; los caminos estaban muy pesados y serían las once de la noche cuando llegaron a Morón. Ahí la vendieron a la patrona del prostíbulo. El trato ya estaba hecho; Cristián cobró la suma y la dividió después con el otro.

En Turdera, los Nilsen, perdidos hasta entonces en la mañana (que también era una rutina) de aquel monstruoso amor, quisieron reanudar su antigua vida de hombres entre hombres. Volvieron a las trucadas, al reñidero, a las juergas casuales. Acaso, alguna vez, se creyeron salvados, pero solían incurrir, cada cual por su lado, en injustificadas o harto justificadas ausencias. Poco antes de fin de año el menor dijo que tenía que hacer en la Capital. Cristián se fue a Morón; en el palenque de la casa que sabemos reconoció al overo de Eduardo. Entró; adentro estaba el otro, esperando turno. Parece que Cristián le dijo:

-De seguir así, los vamos a cansar a los pingos. Más vale que la tengamos a mano.

Habló con la patrona, sacó unas monedas del tirador y se la llevaron. La Juliana iba con Cristián; Eduardo espoleó al overo para no verlos.

Volvieron a lo que ya se ha dicho. La infame solución había fracasado; los dos habían cedido a la tentación de hacer trampa. Caín andaba por ahí, pero el cariño entre los Nilsen era muy grande -¡quién sabe qué rigores y qué peligros habían compartido!- y prefirieron desahogar su exasperación con ajenos. Con un desconocido, con los perros, con la Juliana, que habían traído la discordia.

El mes de marzo estaba por concluir y el calor no cejaba. Un domingo (los domingos la gente suele recogerse temprano) Eduardo, que volvía del almacén, vio que Cristián uncía los bueyes. Cristián le dijo:

-Vení, tenemos que dejar unos cueros en lo del Pardo; ya los cargué; aprovechemos la fresca.

El comercio del Pardo quedaba, creo, más al Sur; tomaron por el Camino de las Tropas; después, por un desvío. El campo iba agrandándose con la noche.

Orillaron un pajonal; Cristián tiró el cigarro que había encendido y dijo sin apuro:

-A trabajar, hermano. Después nos ayudarán los caranchos. Hoy la maté. Que se quede aquí con su pilchas, ya no hará más perjuicios.

Se abrazaron, casi llorando. Ahora los ataba otro círculo: la mujer tristemente sacrificada y la obligación de olvidarla.


JULIO CORTAZAR

FIN DEL MUNDO FIN
CUENTO

Como los escribas continuarán, los pocos lectores que en el mundo había van a cambiar de oficio y se pondrán también de escribas. Cada vez más los países serán de escribas y de fábricas de papel y tinta, los escribas de día y las máquinas de noche para imprimir el trabajo de los escribas. Primero las bibliotecas desbordarán de las casas, entonces las municipalidades deciden (ya estamos en la cosa) sacrificar los terrenos de juegos infantiles para ampliar las bibliotecas. Después ceden los teatros, las maternidades, los mataderos, las cantinas, los hospitales. Los pobres aprovechan los libros como ladrillos, los pegan con cemento y hacen paredes de libros y viven en cabañas de libros. Entonces pasa que los libros rebasan las ciudades y entran en los campos, van aplastando los trigales y los campos de girasol, apenas si la dirección de vialidad consigue que las rutas queden despejadas entre dos altísimas paredes de libros. A veces una pared cede y hay espantosas catástrofes automovilísticas. Los escribas trabajan sin tregua porque la humanidad respeta las vocaciones, y los impresores llegan ya a orillas del mar. El presidente de la república habla por teléfono con los presidentes de las repúblicas, y propone inteligentemente precipitar al mar el sobrante de libros, lo cual se cumple al mismo tiempo en todas las costas del mundo. Así los escribas siberianos ven sus impresos precipitados al mar glacial, y los escribas indonesios etcétera. Esto permite a los escribas aumentar su producción, porque en la tierra vuelve a haber espacio para almacenar sus libros. No piensan que el mar tiene fondo, y que en el fondo del mar empiezan a amontonarse los impresos, primero en forma de pasta aglutinante, después en forma de pasta consolidante, y por fin como un piso resistente aunque viscoso que sube diariamente algunos metros y que terminar por llegar a la superficie. Entonces muchas aguas invaden muchas tierras, se produce una nueva distribución de continentes y océanos, y presidentes de diversas repúblicas son sustituídos por lagos y penínsulas, presidentes de otras repúblicas ven abrirse inmensos territorios a sus ambiciones etcétera. El agua marina, puesta con tanta violencia a expandirse, se evapora más que antes, o busca reposo mesclándose con los impresos para formar la pasta aglutinante, al punto que un día los capitanes de los barcos de las grandes rutas advierten que los barcos avanzan lentamente, de treinta nudos bajan a veinte, a quince, y los motores jadean y las hélices se deforman. Por fin todos los barcos se detienen en distintos puntos de los mares, atrapados por la pasta, y los escribas del mundo entero escriben millares de impresos explicando el fenómeno y llenos de una gran alegría. Los presidentes y los capitanes deciden convertir los barcos en islas y casinos, el público va a pie sobre los mares de cartón a las islas y casinos donde orquestas típicas y características amenizan el ambiente climatizado y se baila hasta avanzadas horas de la madrugada. Nuevos impresos se amontonan a orillas del mar, pero es imposible meterlos en la pasta, y así crecen murallas de impresos y nacen montañas a orillas de los antiguos mares. Los escribas comprenden que las fábricas de papel y tinta van a quebrar, y escriben con letra cada vez más menuda, aprovechando hasta los rincones más imperceptibles de cada papel. Cuando se termina la tinta escriben con lápiz etcétera; al terminarse el papel escriben en tablas y baldosas etcétera. Empieza a difundirse la costumbre de intercalar un texto en otro para aprovechar las entrelíneas, o se borra con hojas de afeitar las letras impresas para usar de nuevo el papel. Los escribas trabajan lentamente, pero su número es tan inmenso que los impresos separan ya por completo las tierras de los lechos de los antiguos mares. En la tierra vive precariamente la raza de los escribas, condenada a extinguirse, y en el mar están las islas y los casinos o sea los transatlánticos donde se han refugiado los presidentes de las repúblicas, y donde se celebran grandes fiestas y se cambian mensajes de isla a isla, de presidente a presidente, y de capitán a capitán.

NO SE CULPE A NADIE (CUENTO)
JULIO CORTAZAR

El frío complica siempre las cosas, en verano se está tan cerca del mundo, tan piel contra piel, pero ahora a las seis y media su mujer lo espera en una tienda para elegir un regalo de casamiento, ya es tarde y se da cuenta de que hace fresco, hay que ponerse el pulóver azul, cualquier cosa que vaya bien con el traje gris, el otoño es un ponerse y sacarse pulóveres, irse encerrando, alejando. Sin ganas silba un tango mientras se aparta de la ventana abierta, busca el pulóver en el armario y empieza a ponérselo delante del espejo. No es fácil, a lo mejor por culpa de la camisa que se adhiere a la lana del pulóver, pero le cuesta hacer pasar el brazo, poco a poco va avanzando la mano hasta que al fin asoma un dedo fuera del puño de lana azul, pero a la luz del atardecer el dedo tiene un aire como de arrugado y metido para adentro, con una uña negra terminada en punta. De un tirón se arranca la manga del pulóver y se mira la mano como si no fuese suya, pero ahora que está fuera del pulóver se ve que es su mano de siempre y él la deja caer al extremo del brazo flojo y se le ocurre que lo mejor será meter el otro brazo en la otra manga a ver si así resulta más sencillo. Parecería que no lo es porque apenas la lana del pulóver se ha pegado otra vez a la tela de la camisa, la falta de costumbre de empezar por la otra manga dificulta todavía más la operación, y aunque se ha puesto a silbar de nuevo para distraerse siente que la mano avanza apenas y que sin alguna maniobra complementaria no conseguir hacerla llegar nunca a la salida. Mejor todo al mismo tiempo, agachar la cabeza para calzarla a la altura del cuello del pulóver a la vez que mete el brazo libre en la otra manga enderezándola y tirando simultáneamente con los dos brazos y el cuello. En la repentina penumbra azul que lo envuelve parece absurdo seguir silbando, empieza a sentir como un calor en la cara aunque parte de la cabeza ya debería estar afuera, pero la frente y toda la cara siguen cubiertas y las manos andan apenas por la mitad de las mangas. por más que tira nada sale afuera y ahora se le ocurre pensar que a lo mejor se ha equivocado en esa especie de cólera irónica con que reanudó la tarea, y que ha hecho la tontería de meter la cabeza en una de las mangas y una mano en el cuello del pulóver. Si fuese así su mano tendría que salir fácilmente pero aunque tira con todas sus fuerzas no logra hacer avanzar ninguna de las dos manos aunque en cambio parecería que la cabeza está a punto de abrirse paso porque la lana azul le aprieta ahora con una fuerza casi irritante la nariz y la boca, lo sofoca más de lo que hubiera podido imaginarse, obligándolo a respirar profundamente mientras la lana se va humedeciendo contra la boca, probablemente desteñirá y le manchará la cara de azul. Por suerte en ese mismo momento su mano derecha asoma al aire al frío de afuera, por lo menos ya hay una afuera aunque la otra siga apresada en la manga, quizá era cierto que su mano derecha estaba metida en el cuello del pulóver por eso lo que él creía el cuello le está apretando de esa manera la cara sofocándolo cada vez más, y en cambio la mano ha podido salir fácilmente. De todos modos y para estar seguro lo único que puede hacer es seguir abriéndose paso respirando a fondo y dejando escapar el aire poco a poco, aunque sea absurdo porque nada le impide respirar perfectamente salvo que el aire que traga está mezclado con pelusas de lana del cuello o de la manga del pulóver, y además hay el gusto del pulóver, ese gusto azul de la lana que le debe estar manchando la cara ahora que la humedad del aliento se mezcla cada vez más con la lana, y aunque no puede verlo porque si abre los ojos las pestañas tropiezan dolorosamente con la lana, está seguro de que el azul le va envolviendo la boca mojada, los agujeros de la nariz, le gana las mejillas, y todo eso lo va llenando de ansiedad y quisiera terminar de ponerse de una vez el pulóver sin contar que debe ser tarde y su mujer estar impacientándose en la puerta de la tienda. Se dice que lo más sensato es concentrar la atención en su mano derecha, porque esa mano por fuera del pulóver está en contacto con el aire frío de la habitación es como un anuncio de que ya falta poco y además puede ayudarlo, ir subiendo por la espalda hasta aferrar el borde inferior del pulóver con ese movimiento clásico que ayuda a ponerse cualquierpulóver tirando enérgicamente hacia abajo. Lo malo es que aunque la mano palpa la espalda buscando el borde de lana, parecería que el pulóver ha quedado completamente arrollado cerca del cuello y lo único que encuentra la mano es la camisa cada vez más arrugada y hasta salida en parte del pantalón, y de poco sirve traer la mano y querer tirar de la delantera del pulóver porque sobre el pecho no se siente más que la camisa, el pulóver debe haber pasado apenas por los hombros y estará ahi arrollado y tenso como si él tuviera los hombros demasiado anchos para ese pulóver lo que en definitiva prueba que realmente se ha equivocado y ha metido una mano en el cuello y la otra en una manga, con lo cual la distancia que va del cuello a una de las mangas es exactamente la mitad de la que va de una manga a otra, y eso explica que él tenga la cabeza un poco ladeada a la izquierda, del lado donde la mano sigue prisionera en la manga, si es la manga, y que en cambio su mano derecha que ya está afuera se mueva con toda libertad en el aire aunque no consiga hacer bajar el pulóver que sigue como arrollado en lo alto de su cuerpo. Irónicamente se le ocurre que si hubiera una silla cerca podría descansar y respirar mejor hasta ponerse del todo el pulóver, pero ha perdido la orientación después de haber girado tantas veces con esa especie de gimnasia eufórica que inicia siempre la colocación de una prenda de ropa y que tiene algo de paso de baile disimulado, que nadie puede reprochar porque responde a una finalidad utilitaria y no a culpables tendencias coreográficas. En el fondo la verdadera solución sería sacarse el pulóver puesto que no ha podido ponérselo, y comprobar la entrada correcta de cada mano en las mangas y de la cabeza en el cuello, pero la mano derecha desordenadamente sigue yendo y viniendo como si ya fuera ridículo renunciar a esa altura de las cosas, y en algún momento hasta obedece y sube a la altura de la cabeza y tira hacia arriba sin que él comprenda a tiempo que el pulóver se le ha pegado en la cara con esa gomosidad húmeda del aliento mezclado con el azul de la lana, y cuando la mano tira hacia arriba es un dolor como si le desgarraran las orejas y quisieran arrancarle las pestañas. Entonces más despacio, entonces hay que utilizar la mano metida en la manga izquierda, si es la manga y no el cuello, y para eso con la mano derecha ayudar a la mano izquierda para que pueda avanzar por la manga o retroceder y zafarse, aunque es casi imposible coordinar los movimientos de las dos manos, como si la mano izqulerda fuese una rata metida en una jaula y desde afuera otra rata quisiera ayudarla a escaparse, a menos que en vez de ayudarla la esté mordiendo porque de golpe le duele la mano prisionera y a la vez la otra mano se hinca con todas sus fuerzas en eso que debe ser su mano y que le duele, le duele a tal punto que renuncia a quitarse el pulóver, prefiere intentar un último esfuerzo para sacar la cabeza fuera del cuello y la rata izquierda fuera de la jaula y lo intenta luchando con todo el cuerpo, echándose hacia adelante y hacia atrás, girando en medio de la habitación, si es que está en el medio porque ahora alcanza a pensar que la ventana ha quedado abierta y que es peligroso seguir girando a ciegas, prefiere detenerse aunque su mano derecha siga yendo y viniendo sin ocuparse del pulóver, áunque su mano izquierda le duela cada vez más como si tuviera los dedos mordidos o quemados, y sin embargo esa mano le obedece, contrayendo poco a poco los dedos lacerados alcanza a aferrar a través de la manga el borde del pulóver arrollado en el hombro, tira hacia abajo casi sin fuerza, le duele demasiado y haría falta que la mano derecha ayudara en vez de trepar o bajar inútilmente por las piernas en vez de pellizcarle el muslo como lo está haciendo, arañándolo y pellizcándolo a través de la ropa sin que pueda impedírselo porque toda su voluntad acaba en la mano izquierda, quizá ha caído de rodillas y se siente como colgado de la mano izquierda que tira una vez más del pulóver y de golpe es el frío en las cejas y en la frente, en los ojos, absurdamente no quiere abrir los ojos pero sabe que ha salido fuera, esa materia fria, esa delicia es el aire libre, y no quiere abrir los ojos y espera un segundo, dos segundos, se deja vivir en un tiempo frío y diferente, el tiempo de fuera del pulóver, está de rodillas y es hermoso estar así hasta que poco a poco agradecidamente entreabre los ojos libres de la baba azul de la lana de adentro, entreabre los ojos y ve las cinco uñas negras suspendidas apuntando a sus ojos, vibrando en el aire antes de saltar contra sus ojos, y tiene el tiempo de bajar los párpados y echarse atrás cubriéndose con la mano izquierda que es su mano, que es todo lo que le queda para que lo defienda desde dentro de la manga, para que tire hacia arriba el cuello del pulóver y la baba azul le envuelva otra vez la cara mientras se endereza para huir a otra parte, para llegar por fin a alguna parte sin mano y sin pulóver, donde solamente haya un aire fragoroso que lo envuelva y lo acompañe y lo acaricie y doce pisos.


Gustavo Adolfo Bécquer
Rimas


RIMA #1
Yo sé un himno gigante y extrañoque anuncia en la noche del alma una aurora,y estas páginas son de ese himnocadencias que el aire dilata en las sombras.
Yo quisiera escribirle, del hombredomando el rebelde, mezquino idioma,con palabras que fuesen a un tiemposuspiros y risas, colores y notas.
Pero en vano es luchar, que no hay cifracapaz de encerrarle; y apenas, ¡oh, hermosa!,si, teniendo en mis manos las tuyas,pudiera, al oído, cantártelo a solas.

RIMA #2
Espíritu sin nombre,indefinible esencia,yo vivo con la vidasin formas de la idea.
Yo nado en el vacío,del sol tiemblo en la hoguera,palpito entre las sombrasy floto con las nieblas.
Yo soy el fleco de orode la lejana estrella,yo soy de la alta lunala luz tibia y serena.
Yo soy la ardiente nubeque en el ocaso ondea,yo soy del astro errantela luminosa estela.
Yo soy nieve en las cumbres,soy fuego en las arenas,azul onda en los maresy espuma en las riberas.
En el laúd, soy nota,perfume en la violeta,fugaz llama en las tumbasy en las ruïnas yedra.
Yo atrueno en el torrentey silbo en la centella,y ciego en el relámpagoy rujo en la tormenta.
Yo río en los alcores,susurro en la alta yerba,suspiro en la onda puray lloro en la hoja seca.
Yo ondulo con los átomosdel humo que se elevay al cielo lento subeen espiral inmensa.
Yo, en los dorados hilosque los insectos cuelganme mezco entre los árbolesen la ardorosa siesta.
Yo corro tras las ninfasque, en la corriente frescadel cristalino arroyo,desnudas juguetean.
Yo, en bosques de coralesque alfombran blancas perlas,persigo en el océanolas náyades ligeras.
Yo, en las cavernas cóncavasdo el sol nunca penetra,mezclándome a los gnomos,contemplo sus riquezas.
Yo busco de los sigloslas ya borradas huellas,y sé de esos imperiosde que ni el nombre queda.
Yo sigo en raudo vértigolos mundos que voltean,y mi pupila abarcala creación entera.
Yo sé de esas regionesa do un rumor no llega,y donde informes astrosde vida un soplo esperan.
Yo soy sobre el abismoel puente que atraviesa,yo soy la ignota escalaque el cielo une a la tierra,
Yo soy el invisibleanillo que sujetael mundo de la formaal mundo de la idea.
Yo, en fin, soy ese espíritu,desconocida esencia,perfume misteriosode que es vaso el poeta.

RIMA #3
Como la brisa que la sangre oreasobre el oscuro campo de batalla,cargada de perfumes y armoníasen el silencio de la noche vaga,
Símbolo del dolor y la ternura,del bardo inglés en el horrible drama,la dulce Ofelia, la razón perdida,cogiendo flores y cantando pasa.

RIMA #4
Espíritu sin nombre,indefinible esencia,yo vivo con la vidasin formas de la idea.
Yo nado en el vacío,del sol tiemblo en la hoguera,palpito entre las sombrasy floto con las nieblas.
Yo soy el fleco de orode la lejana estrella,yo soy de la alta lunala luz tibia y serena.
Yo soy la ardiente nubeque en el ocaso ondea,yo soy del astro errantela luminosa estela.
Yo soy nieve en las cumbres,soy fuego en las arenas,azul onda en los maresy espuma en las riberas.
En el laúd, soy nota,perfume en la violeta,fugaz llama en las tumbasy en las ruïnas yedra.
Yo atrueno en el torrentey silbo en la centella,y ciego en el relámpagoy rujo en la tormenta.
Yo río en los alcores,susurro en la alta yerba,suspiro en la onda puray lloro en la hoja seca.
Yo ondulo con los átomosdel humo que se elevay al cielo lento subeen espiral inmensa.
Yo, en los dorados hilosque los insectos cuelganme mezco entre los árbolesen la ardorosa siesta.
Yo corro tras las ninfasque, en la corriente frescadel cristalino arroyo,desnudas juguetean.
Yo, en bosques de coralesque alfombran blancas perlas,persigo en el océanolas náyades ligeras.
Yo, en las cavernas cóncavasdo el sol nunca penetra,mezclándome a los gnomos,contemplo sus riquezas.
Yo busco de los sigloslas ya borradas huellas,y sé de esos imperiosde que ni el nombre queda.
Yo sigo en raudo vértigolos mundos que voltean,y mi pupila abarcala creación entera.
Yo sé de esas regionesa do un rumor no llega,y donde informes astrosde vida un soplo esperan.
Yo soy sobre el abismoel puente que atraviesa,yo soy la ignota escalaque el cielo une a la tierra,
Yo soy el invisibleanillo que sujetael mundo de la formaal mundo de la idea.
Yo, en fin, soy ese espíritu,desconocida esencia,perfume misteriosode que es vaso el poeta.


RIMA #5
Yo me acogí, como perdido nauta,
a una mujer, para pedirle amor,
y fue su amor cansancio a mis sentidos,
hielo a mi corazón.

Y quedé, de mi vida en la carrera,
que un mundo de esperanza ayer pobló,
como queda un viandante en el desierto:
¡A solas con Dios!


RIMA #6
Para encontrar tu rostro
miraba al cielo
que no es bien que tu imagen
se halle en el suelo;
si de allí vino,
el buscaba su origen
no es desvarío.

RIMA #7
Esas quejas del piano
a intervalos desprendidas,
sirenas adormecidas
que evoca tu blanca mano,
no esparcen al aire en vano
el melancólico son;
pues de la oculta mansión
en que mi pasión se esconde,
a cada nota responde
un eco del corazón.


Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora,
y estas páginas son de este himno
cadencias que el aire dilata en la sombras.

Yo quisiera escribirlo, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.

Pero en vano es luchar; que no hay cifra
capaz de encerrarlo, y apenas, ¡oh hermosa!
pudiera al oído, contártelo a solas.

Rima #8
Porque son niña, tus ojos
verdes como el mar, te quejas;
verdes los tienen las náyades,
verdes los tuvo Minerva,
y verdes son las pupilas
de las huris del profeta.

El verde es gala y ornato
del bosque en la primavera;
entre sus siete colores
brillante el Iris lo ostenta.
Las esmeraldas son verdes,
verde el color del que espera,
y las ondas del océano,
y el laurel de los poetas.

Es tu mejilla temprana
rosa de escarcha cubierta
en que el carmín de los pétalos
se ve a través de las perlas
Y, sin embargo,
sé que te quejas,
porque tus ojos
crees que la afean:
pues no lo creas;
que parecen tus pupilas,
húmedas, verdes e inquietas,
tempranas hojas de almendro,
que al soplo del aire tiemblan.

Es tu boca de rubíes
purpúrea granada abierta,
que en el estío convida
a apagar la sed en ella.

Y, sin embargo,
sé que te quejas,
porque tus ojos
crees que la afean:
pues, no lo creas
que parecen, si enojada
tus pupilas centellean,
las olas del mar que rompen
en las cantábricas peñas.

Es tu frente que corona
crespo el oro en ancha trenza,
nevada cumbre en que el día
su postrera luz refleja.

Y, sin embargo,
sé que te quejas,
porque tus ojos
crees que la afean:
pues, no lo creas
Que, entre las rubias pestañas,
junto a las sienes, semejan
broches de esmeralda y oro,
que un blanco armiño sujetan.


RIMA #9
Tu pupila es azul, y cuando ríes,
su claridad suave me recuerda
el trémulo fulgor de la mañana
que en el mar se refleja.

Tu pupila es azul, y cuando lloras,
las transparentes lágrimas en ella
se me figuran gotas de rocío
sobre una violeta.

Tu pupila es azul, y si en su fondo
como un punto de luz radia una idea
me parece, en el cielo de la tarde,
¡una perdida estrella!

RIMA #10
Cuando sobre el pecho inclinas
la melancólica frente,
una azucena tronchada
me preces.

Porque al darte la pureza,
de que es símbolo celeste,
como a ella te hizo Dios
de oro y de nieve.


PABLO NERUDA
POEMAS

1-Ángela Adónica
Hoy me he tendido junto a una joven puracomo a la orilla de un océano blanco,como en el centro de una ardiente estrellade lento espacio.De su mirada largamente verdela luz caía como un agua seca,en transparentes y profundos círculosde fresca fuerza.Su pecho como un fuego de dos llamasardía en dos regiones levantado,y en doble río llegaba a sus pies,grandes y claros.Un clima de oro maduraba apenaslas diurnas longitudes de su cuerpollenándolo de frutas extendidasy oculto fuego.

2-Amor

Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte la leche de los senos como de un manantial, por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte en la risa de oro y la voz de cristal. Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal, porque tu ser pasara sin pena al lado mío y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-. Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría amarte, amarte como nadie supo jamás! Morir y todavía amarte más. Y todavía amarte más y más.


3-Allá voy, allá voy, piedras, esperen!

ALLÁ voy, allá voy, piedras, esperen!Alguna vez o voz o tiempopodemos estar juntos o ser juntos,vivir, morir en ese gran silenciode la dureza, madre del fulgor.Alguna vez corriendopor fuego de volcán o uva del ríoo propaganda fiel de la frescurao caminata inmóvil en la nieveo polvo derribado en las provinciasde los desiertos, polvaredade metales,o aún más lejos, polar, patria de piedra,zafiro helado,antártica,en este punto o puerto o parto o muertepiedra seremos, noche sin banderas,amor inmóvil, fulgor infinito,luz de la eternidad, fuego enterrado,orgullo condenado a su energía,única estrella que nos pertenece.

4-Al pie desde su niño
El pie del niño aún no sabe que es pie,y quiere ser mariposa o manzana.Pero luego los vidrios y las piedras,las calles, las escaleras,y los caminos de la tierra duravan enseñando al pie que no puede volar,que no puede ser fruto redondo en una rama.El pie del niño entoncesfue derrotado, cayóen la batalla,fue prisionero,condenado a vivir en un zapato.Poco a poco sin luzfue conociendo el mundo a su manera,sin conocer el otro pie, encerrado,explorando la vida como un ciego.Aquellas suaves uñasde cuarzo, de racimo,se endurecieron, se mudaronen opaca substancia, en cuerno duro,y los pequeños pétalos del niñose aplastaron, se desequilibraron,tomaron formas de reptil sin ojos,cabezas triangulares de gusano.Y luego encallecieron,se cubrieroncon mínimos volcanes de la muerte,inaceptables endurecimientos.Pero este ciego anduvosin tregua, sin pararhora tras hora,el pie y el otro pie,ahora de hombreo de mujer,arriba,abajo,por los campos, las minas,los almacenes y los ministerios,atrás,afuera, adentro,adelante,este pie trabajó con su zapato,apenas tuvo tiempode estar desnudo en el amor o el sueño,caminó, caminaronhasta que el hombre entero se detuvo.Y entonces a la tierrabajó y no supo nada,porque allí todo y todo estaba oscuro,no supo que había dejado de ser pie,si lo enterraban para que volarao para que pudieraser manzana.

5-Ahora es Cuba
AHORA ES CUBAY luego fue la sangre y la ceniza.Después quedaron las palmeras solas.Cuba, mi amor, te amarraron al potro,te cortaron la cara,te apartaron las piernas de oro pálido,te rompieron el sexo de granada,te atravesaron con cuchillos,te dividieron, te quemaron.Por los valles de la dulzurabajaron los exterminadores,y en los altos mogotes la cimerade tus hijos se perdió en la niebla,pero allí fueron alcanzadosuno a uno hasta morir,despedazados en el tormentosin su tierra tibia de floresque huía bajo sus plantas.Cuba, mi amor, qué escalofríote sacudió de espuma la espuma,hasta que te hiciste pureza,soledad, silencio, espesura,y los huesitos de tus hijosse disputaron los cangrejos.

Mario Benedetti
POEMAS

1- Ausencia de Dios
Digamos que te alejas definitivamentehacia el pozo de olvido que prefieres,pero la mejor parte de tu espacio,en realidad la única constante de tu espacio,quedará para siempre en mí, doliente,persuadida, frustrada, silenciosa,quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,tu corazón de una promesa únicaen mí que estoy enteramente solosobreviviéndote.Después de ese dolor redondo y eficaz,pacientemente agrio, de invencible ternura,ya no importa que use tu insoportable ausenciani que me atreva a preguntar si cabescomo siempre en una palabra.Lo cierto es que ahora ya no estás en mi nochedesgarradoramente idéntica a las otrasque repetí buscándote, rodeándote.Hay solamente un eco irremediablede mi voz como niño, esa que no sabía.Ahora que miedo inútil, qué vergüenzano tener oración para morder,no tener fe para clavar las uñas,no tener nada más que la noche,saber que Dios se muere, se resbala,que Dios retrocede con los brazos cerrados,con los labios cerrados, con la niebla,como un campanario atrozmente en ruinasque desandara siglos de ceniza.Es tarde. Sin embargo yo daríatodos los juramentos y las lluvias,las paredes con insultos y mimos,las ventanas de invierno, el mar a veces,por no tener tu corazón en mí,tu corazón inevitable y dolorosoen mí que estoy enteramente solosobreviviéndote.

2-El Mar
Qual è l'incarnato dell`onda?Valerio Magrelli¿Qué es en definitiva el mar?¿por qué seduce? ¿por qué tienta?suele invadirnos como un dogmay nos obliga a ser orillanadar es una forma de abrazarlode pedirle otra vez revelacionespero los golpes de agua no son magiahay olas tenebrosas que anegan la osadíay neblinas que todo lo confundenel mar es una alianza o un sarcófagodel infinito trae mensajes ilegiblesy estampas ignoradas del abismotrasmite a veces una turbadoratensa y elemental melancolíael mar no se avergüenza de sus náufragoscarece totalmente de concienciay sin embargo atrae tienta llamalame los territorios del suiciday cuenta historias de final oscuro¿qué es en definitiva el mar?¿Por qué fascina? ¿por qué tienta?es menos que un azar / una zozobra /un argumento contra dios / seducepor ser tan extranjero y tan nosotrostan hecho a la medidade nuestra sinrazón y nuestro olvidoes probable que nunca haya respuestapero igual seguiremos preguntando¿qué es por ventura el mar?¿por qué fascina el mar? ¿qué significaese enigma que quedamás acá y más allá del horizonte?
3-Once

Ningún padre de la iglesiaha sabido explicarpor qué no existeun mandamiento onceque ordene a la mujerno codiciar al hombrede su prójima.

4-Buenos días, Gabriel
Tres poetas en uno / semillero de tantos más / tu ánima insumisa se topó con la muerte y su pesquisa y la puso a cuidar tu invernadero especialista en empezar de cero detonaste la bomba de la risa sin dios sin espejismos y sin prisa perro viejo / filósofo / ingeniero fiel a tu gente / a amparo / ya ti mismo a pesar de tus ráfagas de triste te encaraste jovial con el abismo hombre en medio del mundo y hombre a solas junto al mar fuiste humilde y escribiste simplemente / las olas son las olas.

5-¿De qué se ríe?

(Seré curioso)En una exactafoto del diarioseñor ministrodel imposiblevi en pleno gozoy en plena euforiay en plena risasu rostro simpleseré curiososeñor ministrode qué se ríede qué se ríede su ventanase ve la playapero se ignoranlos cantegrilestienen sus hijosojos de mandopero otros tienenmirada tristeaquí en la callesuceden cosasque ni siquierapueden decirselos estudiantesy los obrerosponen los puntossobre las íespor eso digoseñor ministrode qué se ríede qué se ríeusté conocemejor que nadiela ley amargade estos paísesustedes duroscon nuestra gentepor qué con otrosson tan servilescómo traicionanel patrimonio



José Martí
POEMAS

1-Árbol de mi alma

Como un ave que cruza el aire claro Siento hacia mí venir tu pensamiento Y acá en mi corazón hacer su nido. Ábrese el alma en flor: tiemblan sus ramas Como los labios frescos de un mancebo En su primer abrazo a una hermosura: Cuchichean las hojas: tal parecen Lenguaraces obreras y envidiosas, A la doncella de la casa rica En preparar el tálamo ocupadas: Ancho es mi corazón, y es todo tuyo: Todo lo triste cabe en él, y todo Cuanto en el mundo llora, y sufre, y muere! De hojas secas, y polvo, y derruidas Ramas lo limpio: bruño con cuidado Cada hoja, y los tallos: de las flores Los gusanos del pétalo comido Separo: oreo el césped en contorno Y a recibirte, oh pájaro sin mancha Apresto el corazón enajenado!

2-Copa con Alas

Una copa con alas: quién la ha visto antes que yo? Yo ayer la vi. Subía con lenta majestad, como quien vierte óleo sagrado: y a sus bordes dulces mis regalados labios apretaba:? Ni una gota siquiera, ni una gota del bálsamo perdí que hubo en tu beso! Tu cabeza de negra cabellera ?Te acuerdas?? con mi mano requería, porque de mí tus labios generosos no se apartaran. ?Blanda como el beso que a ti me transfundía, era la suave atmósfera en redor: La vida entera sentí que a mí abrazándote, abrazaba! Perdí el mundo de vista, y sus ruidos y su envidiosa y bárbara batalla! Una copa en los aires ascendía y yo, en brazos no vistos reclinado tras ella, asido de sus dulces bordes: Por el espacio azul me remontaba! Oh amor, oh inmenso, oh acabado artista: en rueda o riel funde el herrero el hierro: una flor o mujer o águila o ángel en oro o plata el joyador cincela: Tú sólo, sólo tú, sabes el modo de reducir el Universo a un beso!

3-A los Espacios

A los espacios entregarme quiero Donde se vive en paz, y con un manto De luz, en gozo embriagador henchido, Sobre las nubes blancas se pasea, ? Y donde Dante y las estrellas viven. Yo sé, yo sé, porque lo tengo visto En ciertas horas puras, cómo rompe Su cáliz una flor,? y no es diverso Del modo, no, con que lo quiebra el alma. Escuchad, y os diré: ?viene de pronto Como una aurora inesperada, y como A la primera luz de primavera De flor se cubren las amables lilas... Triste de mí: contároslo quería Y en espera del verso, las grandiosas Imágenes en fila ante mis ojos Como águilas alegres vi sentadas. Pero las voces de los hombres echan De junto a mí las nobles aves de oro: Ya se van, ya se van: ved cómo rueda La sangre de mi herida. Si me pedís un símbolo del mundo En estos tiempos, vedlo: un ala rota. Se labra mucho el oro, el alma apenas!? Ved cómo sufro: vive el alma mía Cual cierva en una cueva acorralada:? ¡Oh, no está bien: me vengaré, llorando!

Sor Juana Inés de la Cruz
Poemas

1-PROSIGUE EL MISMO ASUNTO, Y DETERMINA QUE PREVALEZCA LA RAZÓN CONTRA EL GUSTO

Al que ingrato me deja, busco amante;al que amante me sigue, dejo ingrata;constante adoro a quien mi amor maltrata;maltrato a quien mi amor busca constante.Al que trato de amor, hallo diamante,y soy diamante al que de amor me trata;triunfante quiero ver al que me mata,y mato al que me quiere ver triunfante.Si a éste pago, padece mi deseo;si ruego a aquél, mi pundonor enojo:de entrambos modos infeliz me veo.Pero yo, por mejor partido, escojode quien no quiero, ser violento empleo,que, de quien no me quiere, vil despojo.

2-QUÉJASE DE LA SUERTE: INSINÚA SU AVERSIÓN A LOS VICIOS, Y JUSTIFICA SU DIVERTIMIENTO A LAS MUSAS
¿En perseguirme, mundo, qué interesas?¿En qué te ofendo, cuando sólo intentoponer bellezas en mi entendimientoy no mi entendimiento en las bellezas?Yo no estimo tesoros ni riquezas,y así, siempre me causa más contentoponer riquezas en mi entendimientoque no mi entendimiento en las riquezas.Y no estimo hermosura que vencidaes despojo civil de las edadesni riqueza me agrada fementida,teniendo por mejor en mis verdadesconsumir vanidades de la vidaque consumir la vida en vanidades.

3-CONTIENE UNA FANTASÍA CONTENTA CON AMOR DECENTE
Deténte, sombra de mi bien esquivo,imagen del hechizo que más quiero,bella ilusión por quien alegre muero,dulce ficción por quien penosa vivo.Si al imán de tus gracias atractivosirve mi pecho de obediente acero,¿para qué me enamoras lisonjero,si has de burlarme luego fugitivo?Mas blasonar no puedes satisfechode que triunfa de mí tu tiranía;que aunque dejas burlado el lazo estrechoque tu forma fantástica ceñía,poco importa burlar brazos y pechosi te labra prisión mi fantasía.


Octavio Paz


1-Acabar con todo
Dame, llama invisible, espada fría, tu persistente cólera, para acabar con todo, oh mundo seco, oh mundo desangrado, para acabar con todo. Arde, sombrío, arde sin llamas, apagado y ardiente, ceniza y piedra viva, desierto sin orillas. Arde en el vasto cielo, laja y nube, bajo la ciega luz que se desploma entre estériles peñas. Arde en la soledad que nos deshace, tierra de piedra ardiente, de raíces heladas y sedientas. Arde, furor oculto, ceniza que enloquece, arde invisible, arde como el mar impotente engendra nubes, olas como el rencor y espumas pétreas. Entre mis huesos delirantes, arde; arde dentro del aire hueco, horno invisible y puro; arde como arde el tiempo, como camina el tiempo entre la muerte, con sus mismas pisadas y su aliento; arde como la soledad que te devora, arde en ti mismo, ardor sin llama, soledad sin imagen, sed sin labios. Para acabar con todo, oh mundo seco, para acabar con todo.

2-¿Cómo va a ser tu día hoy?
Es tarde. Sin embargo yo daríatodos los juramentos y las lluvias,las paredes con insultos y mimos,las ventanas de invierno, el mar a veces,por no tener tu corazón en mí,tu corazón inevitable y dolorosoen mí que estoy enteramente solosobreviviéndote.



3-El mar
Qual è l'incarnato dell`onda?Valerio Magrelli¿Qué es en definitiva el mar?¿por qué seduce? ¿por qué tienta?suele invadirnos como un dogmay nos obliga a ser orillanadar es una forma de abrazarlode pedirle otra vez revelacionespero los golpes de agua no son magiahay olas tenebrosas que anegan la osadíay neblinas que todo lo confundenel mar es una alianza o un sarcófagodel infinito trae mensajes ilegiblesy estampas ignoradas del abismotrasmite a veces una turbadoratensa y elemental melancolíael mar no se avergüenza de sus náufragoscarece totalmente de concienciay sin embargo atrae tienta llamalame los territorios del suiciday cuenta historias de final oscuro¿qué es en definitiva el mar?¿Por qué fascina? ¿por qué tienta?es menos que un azar / una zozobra /un argumento contra dios / seducepor ser tan extranjero y tan nosotrostan hecho a la medidade nuestra sinrazón y nuestro olvidoes probable que nunca haya respuestapero igual seguiremos preguntando¿qué es por ventura el mar?¿por qué fascina el mar? ¿qué significaese enigma que quedamás acá y más allá del horizonte?

ALFONSINA STORNI

1-DOLOR
Quisiera esta tarde divina de octubre pasear por la orilla lejana del mar; que la arena de oro, y las aguas verdes, y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera, como una romana, para concordar con las grandes olas, y las rocas muertas y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos y la boca muda, dejarme llevar; ver cómo se rompen las olas azules contra los granitos y no parpadear; ver cómo las aves rapaces se comen los peces pequeños y no despertar; pensar que pudieran las frágiles barcas hundirse en las aguas y no suspirar; ver que se adelanta, la garganta al aire, el hombre más bello, no desear amar...
Perder la mirada, distraídamente, perderla y que nunca la vuelva a encontrar: y, figura erguida, entre cielo y playa, sentirme el olvido perenne del mar.

2-¡ADIÓS!
Las cosas que mueren jamás resucitan, las cosas que mueren no tornan jamás. ¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda es polvo por siempre y por siempre será!
Cuando los capullos caen de la rama dos veces seguidas no florecerán... ¡Las flores tronchadas por el viento impío se agotan por siempre, por siempre jamás!
¡Los días que fueron, los días perdidos, los días inertes ya no volverán! ¡Qué tristes las horas que se desgranaron bajo el aletazo de la soledad!
¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas, las sombras creadas por nuestra maldad! ¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas, las cosas celestes que así se nos van!
¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!... —de llagas infectas— ¡cúbrete de mal!... ¡Que todo el que llegue se muera al tocarte, corazón maldito que inquietas mi afán!
¡Adiós para siempre mis dulzuras todas! ¡Adiós mi alegría llena de bondad! ¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas, las cosas celestes que no vuelven más!...


3-DOS PALABRAS
Esta noche al oído me has dicho dos palabras Comunes. Dos palabras cansadas De ser dichas. Palabras Que de viejas son nuevas.
Dos palabras tan dulces que la luna que andaba Filtrando entre las ramas Se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras Que una hormiga pasea por mi cuello y no intento Moverme para echarla.
Tan dulces dos palabras —Que digo sin quererlo— ¡oh, qué bella, la vida!— Tan dulces y tan mansas Que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.
Tan dulces y tan bellas Que nerviosos, mis dedos, Se mueven hacia el cielo imitando tijeras. Oh, mis dedos quisieran Cortar estrellas.


Girondo
POEMAS
1-Poema Balaúa
De oleaje tú de entrega de redivivas muertesen el la maramorplenamente amadatu néctar piel de pétalo desnudatus bipanales senos de suave plena lunacon su eromiel y zumbos y ritmos y mareastus tús y más que tústan eco de eco míoy llamarada suya de la muy sacra cripta mía tuyadame tuBalaúa




2-Poema El Uno Nones
El uno total menosplenicorrupto nones consentido apenas por el ceroque al ido tiempo torna con sus catervas súcubos sexuales y su fauna de olvidoEl uno yo subánimaaunque insepulto intacto bajo sus multicriptas con trasfondos de arcadasque auto nutre sus ecos de sumo experto en nadamientras crece en abismoEl uno solo en unores de azar que se orea ante la noche en busca de sus límites perrosy tornasol lamido por innúmeros podres se interllaga lo oscuro de su yo todo unocrucipendiente sólo de sí mismo



3-Poema Menos

Menos rodante dadodeliquio sumo psíquico que mana del gozondosed vivaencelo ebriochupónchupalma ogro de mil fauces que draganpero ese sí más llagapor no decir llagónde rojo vivo cráter y lava en ascua vivapocónsopoco íntegromenos en mermaa piquesin hábitos de corchohacia el estar no estando
Habría

Figuras Literarias
Se denomina figuras literarias a ciertas formas de utilizar las palabras en el sentido de que, aunque son empleadas con sus acepciones habituales (aspecto que las diferencia de los tropos), son acompañadas de algunas particularidades fónicas, gramaticales o semánticas, que las alejan de un uso normal de las mismas, por lo que terminan por resultar especialmente expresivas. Debido a esto, su uso es característico, aunque en modo alguno exclusivo, de las obras literarias.

De forma coloquial, reciben también el nombre de Recursos Literarios, Recursos Estilísticos, Recursos Retóricos, Figuras Retóricas, Figuras del Discurso, etc.

Las figuras, junto con los tropos, constituyen dentro del ámbito de la Retórica, uno de los formantes básicos del ornatus retórico, el constituyente principal de la elocutio.
Las figuras literarias se dividen en dos grandes grupos: las figuras de Dicción y las figuras de Pensamiento.
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Figuras de Dicción
Las figuras de dicción afectan primordialmente a la forma de las palabras, aunque en ocasiones inciden también sobre el significado. Se distinguen cuatro categorías:

· Figuras de metaplasmo,
· Figuras de repetición,
· Figuras de omisión y
· Figuras de posición.

Figuras de Metaplasmo
Las figuras de metaplasmo[1] consisten en la utilización de formas léxicas que serían, en teoría, incorrectas en la lengua ordinaria. Las más conocidas de estas figuras son las licencias métricas.

Las figuras de metaplasmo son las siguientes: prótesis, epéntesis, parágoge, aféresis, síncopa, apócope, diástole o éctasis, sístole, diéresis, sinéresis, sinalefa, ecthlipsis y metátesis.
En una segunda acepción, se denomina metaplasmo al cambio de género; así, hay metaplasmo, por ejemplo, en centinela, o puente, que son femeninos en la lengua antigua y masculinos hoy; más concretamente, se suele denominar también con la palabra metaplasmo al distinto género de una palabra en singular y en plural (latín locus, masculino; loca, neutro).
Figuras de Repetición
Las figuras de repetición consisten en el uso de elementos lingüísticos (fonemas, sílabas, morfemas, frases, oraciones...) que ya habían sido usados en el mismo texto. La repetición no tiene por qué ser necesariamente exacta, por lo que en muchas ocasiones se dan casos de semejanza.

Las Figuras de Repetición
son las siguientes: aliteración, onomatopeya, homeotéleuton, anáfora, epífora, complexio, geminación, anadiplosis, gradación, epanadiplosis, polisíndeton, annominatio (paronomasia, derivatio, figura etimológica, diáfora, políptoton), traductio, equívoco / antanaclasis, paralelismo (Retórica) (isocolon, parison, correlación), quiasmo y commutatio / retruécano.

Figuras de Omisión
Las figuras de omisión consisten en la supresión de un elemento lingüístico necesario, en teoría, para la construcción del texto. Su uso tiende a aligerar la expresión.
Las figuras de omisión son las siguientes: asíndeton, elipsis, zeugma, silepsis y reticencia / aposiopesis.

Figuras de Posición
Las figuras de posición son aquellos procedimientos que se basan en la alteración del orden normal de las partes de la oración.
Las figuras de posición son las siguientes: hipérbaton, anástrofe, tmesis y synchysis / mixtura verborum.

Figuras de Pensamiento
Las figuras de pensamiento afectan principalmente al significado de las palabras. Se distinguen las siguientes categorías: figuras de amplificación, figuras de acumulación, figuras lógicas, figuras de definición, figuras oblicuas, figuras de diálogo, figuras dialécticas (o de argumentación) y figuras de ficción.

Figuras de Amplificación

Aunque la, en latín, amplificatio, no es tanto un desarrollo más por extenso de una idea sino más bien su realce (por un uso especial de la entonación, por ejemplo), en la práctica las figuras de amplificación incluyen técnicas de alargamiento de los contenidos de un texto.
Las figuras de amplificación son las siguientes: expolitio, interpretatio, paráfrasis, isodinamia, digresión y epifonema.

Figuras de Acumulación
Las figuras de acumulación son procedimientos que buscan la adición de elementos complementarios a las ideas expuestas.
Las figuras de acumulación son las siguientes: enumeración, distributio, epífrasis y epíteto.

Figuras Lógicas
Las figuras lógicas son procedimientos que tienen que ver con las relaciones lógicas entre las ideas dentro de un texto; de forma especial, se considera la relación de contradicción o antinomia, por lo que la figura lógica por antonomasia es la antítesis. Como variantes de esta, se encuentran la cohabitación, la paradoja y el oxímoron.

Figuras de Definición

Las figuras de definición (y descripción) se utilizan para reflejar lingüísticamente la esencia o apariencia de los temas tratados (personas, objetos, conceptos...).
Las figuras de definición y descripción son las siguientes: definitio, prosopografía, etopeya, pragmatografía, topografía, cronografía y evidentia / demonstratio.


Figuras Oblicuas
Las figuras oblicuas designan de forma indirecta una realidad utilizando las palabras en sentido apropiado. Constituyen la frontera con los tropos.
Las figuras oblicuas son las siguientes: perífrasis / circunloquio, lítotes y preterición.


Figuras de Diálogo o Figuras Patéticas

Las figuras de diálogo son las propias del estilo directo, pues subrayan el carácter comunicativo del discurso. Se denominan también figuras patéticas pues pretenden incidir afectivamente en el destinatario.
Las figuras de diálogo son las siguientes: apóstrofe / invocación, exclamación, interrogación retórica, optación y deprecación.

Figuras Dialécticas
Las figuras dialécticas o de argumentación son las propias de los debates dialécticos (la disputatio, en latín); se trata de técnicas argumentativas.

Las figuras dialécticas son las siguientes: concessio, correctio, dubitatio, communicatio, conciliatio y distinctio / paradiástole; pueden, además, incluirse aquí las llamadas probationes argumentativas, o pruebas expuestas por el orador para defender su argumentación: simile, argumentum y sententia.

Figuras de Ficción
Las figuras de ficción permiten presentar como reales situaciones imaginarias.
Las figuras de ficción son las siguientes: personificación / prosopopeya, sermocinatio / idolopeya y subiectio / percontatio.


Problemas de clasificación
La división de figuras de pensamiento y de lenguaje es bastante moderna. Así mismo, casi unánimemente se dividen los "tropos" de las "figuras retóricas".

Por su vigencia y por convencernos ampliamente, acogemos la división entre figuras de pensamiento, que afectan al significado de las palabras, y las del lenguaje, que afectan a la forma de las palabras. Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta división. La división de Quintiliano se compone de cuatro grupos: las de añadidura (adiectio), las de omisión (detractio), de cambio de orden (transmutatio) y la de sustitución (inmutatio). Esta división ha sido y es, tradicionalmente, la más empleada y considerada como más práctica. La división de las figuras por su función (posición, repetición, cantidad y apelación) es también moderna.
Cualquier división es inevitablemente discutible ya que muchas figuras son en sí mismas, ambivalentes (el calambur es una figura de pensamiento, de lenguaje y fónica, por ejemplo). SIn embargo, la división en figuras de pensamiento y del lenguaje son rigurosamente precisas porque aluden a la naturaleza de la figura y dónde radica su capacidad de "sorprender".

Figuras fónicas
En este pequeño grupo se encuentran los recursos que utilizan la sonoridad de los versos. Son figuras del lenguaje escrito, pero sobretodo oral.

La figura fónica por excelencia es la aliteración que asocia la propia sonoridad de las palabras con el significado de las palabras, lo que las convierte, en cierto modo, en figuras de pensamiento.

Figuras sintácticas
Este grupo es mucho más extenso. Generalmente, se tratan de figuras que juegan con la posición de las palabras. En el lenguaje poético, la sintaxis habitual se altera, siendo en ocasiones confusa. Se puede enfatizar una idea, un verso, o crear secuencias que cohesionan o dispersan el poema. Desde la anadiplosis hasta las complicadas secuencias diseminativas-recolectivas.

La figura sintáctica por excelencia es el paralelismo en todas sus formas, como la anáfora. La repetición de palabras o versos es un recurso fundamental en todas las líricas.

Catálogo Alfabético de Figuras Literarias
Con el objeto de disponer de una visión de conjunto de las figuras literarias, se ofrece a continuación un listado de las mismas por orden alfabético. Aunque propiamente no sean figuras, se incluyen también en el listado los tropos, pues popularmente se incluyen, junto con aquellas, bajo el marbete genérico de "recursos literarios o estilísticos".
A
Aféresis, Alegoría, Aliteración, Anacoluto, Anadiplosis, Anáfora, Anástrofe, Animalización, Annominatio, Antanaclasis, Antífrasis, Antítesis, Antonomasia, Apócope, Aposiopesis, Apóstrofe, Argumentum, Asíndeton, Asonancia.
B
Batología.
C
Cacofonía, Calambur, Captatio Benevolentiae, Catacresis, Circunloquio, Clímax, Cohabitación, Communicatio, Commutatio, Comparación, Complexio, Concatenación, Concessio, Conciliatio, Correctio, Correlación, Cosificación, Cronografía.
D
Datismo, Definitio, Demonstratio, Deprecación, Derivación, Derivatio, Diástole, Diéresis, Digresión, Distinctio, Distributio, Dubitatio.
E
Ecthlipsis, Enálage, Encabalgamiento, Endíadis, Elipsis, Énfasis, Enumeración, Epanadiplosis, Epéntesis, Epífora, Epífrasis, Epíteto, Epifonema, Equívoco, Etopeya, Eufemismo, Evidentia, Exclamación, Expolitio.
F
Falacia patética,Figura etimológica.
G
Geminación, Gradación.
H
Hipálage o Epíteto transferido, Hipérbaton, Hipérbole, Hipotiposis, Homeotéleuton.
I
Idolopeya, Interpretatio, Interrogación retórica, Invocación, Ironía, Isocolon, Isodinamia.
L
Lítotes.
M
Metáfora, Metalepsis, Metátesis, Metonimia, Mixtura verborum.
O
Onomatopeya, Optación, Oxímoron.
P
Palindromía, Parábola, Paradiástole, Paradoja, Paráfrasis, Parágoge, Paralelismo, Parison, Paronomasia, Percontatio, Perífrasis, Personificación, Pleonasmo, Polisíndeton, Políptoton, Pragmatografía, Preterición, Prosopografía, Prosopopeya, Prótesis.
Q
Quiasmo.
R
Repetición, Reticencia, Retruécano.
S
Sarcasmo, Sententia, Sermocinatio, Silepsis, Símil, Simile, Sinalefa, Síncopa, Sinécdoque, Sinéresis, Sinestesia, Sístole, Subiectio, Synchysis.
T
Tautología, Tmesis, Topografía, Traductio.
Z
Zeugma.
Notas
La palabra metaplasmo es un cultismo del griego que significa literalmente "transformación".
Enlaces externos


SIGNIFICADOS Y EJEMPLOS
FIGURAS DE SIGNIFICACIÓN O TROPOS
ANTITESIS OXIMORON
En la antítesis se produce aproximación de dos palabras, frases, cláusulas u oraciones de significado opuesto, con el fin de enfatizar el contraste de ideas o sensaciones. Ejemplo de antítesis son los siguientes versos de Lope de Vega, en un poema que se refiere a la dificultad de consolar a un desdichado: "Fuego es el agua, el céfiro pesado,/ sierpes las flores, arenal el prado". En el oxímoron se produce conjunción de opuestos, como ocurre con el adjetivo "agridulce". Es también el caso de la "música callada" de san Juan de la Cruz. La palabra oxímoron es, ella misma, un oxímoron, ya que deriva del griego oxys, que significa ‘agudo’, y moron, que significa romo.

Antonomasia
Esta figura consiste en servirse de un adjetivo —que funciona como apelativo— o de una perífrasis que sustituyen a un nombre propio, partiendo de la idea de que le corresponde de manera incuestionable. Está muy relacionada con la metonimia y la sinécdoque, dado que implica una relación en la que lo específico (el individuo) es identificado mediante una fórmula genérica (la especie). Así, por ejemplo, Simón Bolívar es el Libertador; Jesucristo es llamado el Salvador; Aristóteles, el Estagirita; Alfred Hitchcock, el maestro del suspense. La antonomasia también incluye el procedimiento contrario: muchos nombres propios se han convertido en representación de los atributos del personaje originario y se utilizan como sustantivos comunes. En este caso, lo genérico es sustituido por lo individual. Así ocurre con ‘donjuán’, ‘quijote’, ‘celestina’, ‘hércules’, ‘tarzán’.


Aliteración
Consiste en la repetición de un mismo sonido en un verso o una estrofa. Este sonido es acorde con el sentido de dichos versos. Así, se emplean sonidos líquidos con la brisa, el susurro (letra "s") o ásperos para rocas, ruido, etc... Es un recurso muy teatral y forma parte del leguaje oral, y no escrito.

Con el ala aleve del leve abanico (Rubén Darío)

En este ejemplo se comprueba la conexión entre sonoridad y significado. El abanico se mueve muy levemente, despacio, silenciosamente, por lo que se repite un sonido suave como el de la letra "l".

El ruido con que rueda la ronca tempestad (Zorrilla)

Onomatopeya
Es la otra figura fónica por excelencia. También presente en la prosa y el lenguaje coloquial, consiste en sustantivar un sonido con un parecido en dicho sustantivo (el "tic-tac" del reloj). Sin duda, la onomatopeya es más arbitraria de lo que se supone; esto queda patente en las diferentes maneras de trascribir el ladrido de un perro o el "quiquiriquí" de un gallo en los distintos idiomas.

Una torrentera rojiza rasga los montes (Azorín)

Es frecuente encontrar onomatopeyas en las aliteraciones, por la conexión sonido-significado de la que antes hablamos.

Similicadencia
También llamada asonancia, es una figura de repetición de sonidos. Consiste en colocar dos palabras que rimen al menos asonantemente. Es un rima ente dos palabras en contacto.

Con el ruido del mirlo se besaron

Paronomasia
No se trata de una figura exclusivamente de lenguaje, como tampoco lo es la aliteración. Tanto ésta como la paranomasia pueden ser figuras de pensamiento pues son ambas cosas a la vez. La paronomasia consiste en colocar dos palabras muy similares en escritura y pronunciación (sobretodo en la pronunciación) pero que significan cosas completamente distintas. El juego de palabras destaca la semejanza-diferencia de estas palabras.

Vendado que me has vendido (Góngora)

Calambur
Igualmente, es una figura de lenguaje pero también de pensamiento. No obstante, sigue siendo el factor fónico el determinante para nuestra clasificación. El Calambur también es un juego de semejanza-diferencia. En esta caso, se juntan en dos versos una repetición idéntica de sonidos pero en distintas palabras (incluso diferente número de palabras).

Si el Rey no muere
el Reino muere (Alonso de Ledesma)

Con dados ganan condados (Góngora)

Dilogía
Tanto la paronomasia como el calambur como la dilogía son parientes (semejanza-diferencia). En este caso se repite la palabra escrita y oralmente idéntica, pero con distinto significado.

Cruzados hacen cruzados,
escudos pintan escudos (Góngora)


Comparación o símil
El símil establece un vínculo entre dos clases de ideas u objetos, a través de la conjunción comparativa ‘como’: "tu cabello sombrío/ como una larga y negra carcajada" (Ángel González); ‘cual’ y fórmulas afines como ‘tal’, ‘semejante’, ‘así’; flexiones del verbo ‘parecer’, ‘semejar’ o ‘figurar’. También deben tenerse en cuenta aquellos términos que indican parentesco o imitación. Entre otros ejemplos, se encuentra el tópico literario clásico del "sueño hermano de la muerte"; los versos de Luis de Góngora "Negro el cabello, imitador undoso/ de las obscuras aguas del Leteo"; o los de Francisco de Rioja "Pura, encendida rosa,/ émula de la llama que sale con el día". La aposición también puede establecer una relación comparativa, como en este texto de Jorge Luis Borges: "esa ráfaga, el tango, esa diablura".
Concepto
Metáfora elaborada, a menudo extravagante, que establece una analogía entre cosas totalmente disímiles. El uso de conceptos es especialmente característico de la poesía metafísica inglesa del siglo XVII y ha dado el nombre al conceptismo español (véase Barroco: Culteranismo y conceptismo), representado especialmente por Francisco de Quevedo y por Baltasar Gracián. La imagen de la ‘plaga’ le sirve a Quevedo para hacer una analogía entre langostas y letrados: "y todos se gradúan de doctores, bachilleres, licenciados y maestros, más por los mentecatos con quien tratan, que por las universidades; y valiera más a España langosta perpetua que licenciados al quitar".

Eufemismo
Sustitución de un término o frase que tiene connotaciones desagradables o indecorosas por otros más delicados o inofensivos. Puede rozar a veces el lenguaje pretencioso o lisa y llanamente cursi, tendencia que el mismo Quevedo ridiculiza en La culta latiniparla (llamar "calendas purpúreas" a la menstruación). Tiene también connotaciones irónicas, como cuando designa ese lugar "donde la espalda pierde su honesto nombre". Sirve, en muchos casos, como refuerzo de la doble moral y atenuación de los prejuicios: "una mujer de color" (negra); "la tercera edad" (la vejez). Una fórmula heredada de la edad media para designar la homosexualidad, el "pecado nefando" (el pecado que no debe mencionarse), se convirtió en el amor que no osa decir su nombre (Oscar Wilde) o el "amor oscuro" (Federico García Lorca).

Hipérbole y lítotes
La hipérbole consiste en exagerar los rasgos de una persona o cosa, ya por exceso ("veloz como el rayo" o "Érase un hombre a una nariz pegado", Francisco de Quevedo), ya por defecto ("más lento que una tortuga" o "¿Qué me importaban sus labios por entregas...?", Oliverio Girondo), y que lleva implícita una comparación o una metáfora.
La lítotes (o lítote o litotes), también llamada atenuación, consiste en decir menos para decir más. El procedimiento de la disminución es complementario del aumento propio de la hipérbole. Es muy frecuente en la lítotes el recurso de la negación: "no fue poco lo que hablaron" o, como en el siguiente ejemplo de Miguel de Cervantes: "Vio (D. Quijote) no lejos del camino una venta que fue como si viera una estrella que no a los portales, sino a los alcázares de su redención le encaminaba". A veces la entonación marca el énfasis de la lítotes. Después de una enumeración de esfuerzos y actividades realizadas, el emisor pregunta: "¿Te parece poco?", con lo que se aproxima a la ironía.

Metonimia y sinécdoque
Uso de una palabra o frase por otra con la que tiene una relación de contigüidad, como el efecto por la causa (la "dolorosa", por la cuenta que hay que pagar), lo concreto por lo abstracto ("unos nacen con estrella..."), el instrumento por la persona que lo utiliza ("una de las mejores plumas del país" por un escritor determinado) y otras construcciones similares. Borges cita dos ejemplos de Lugones: "áridos camellos" y "lámparas estudiosas", y uno de Virgilio: "Ibant obscuri sola sub nocte per umbras" (Iban oscuros bajo la noche sola entre las sombras). En todos ellos puede hablarse de desplazamientos metonímicos. El efecto metonímico puede observarse en los cuadros del pintor Giuseppe Arcimboldo, en los que cada personaje es retratado a través de los objetos que representan su función: el busto de El bibliotecario está formado por libros, por ejemplo.
Mientras que la metonimia se rige por relaciones de contigüidad, en la sinécdoque dominan las de inclusión: el todo por la parte, la parte por el todo, la especie por el género y viceversa, el singular por el plural. Puede estudiarse, como todas las demás figuras, en otras artes y no sólo en la literatura: la mano que aprieta el gatillo (es una parte del todo, persona), los pies suspendidos del ahorcado.

Paradoja
Enunciado que resulta absurdo para el sentido común o para las ideas preconcebidas. Ejemplos: "vivo en conversación con los difuntos/ y escucho con mis ojos a los muertos" (Quevedo); "murió mi eternidad/ y estoy velándola" (César Vallejo).
Personificación
Representación de objetos inanimados o ideas abstractas como seres vivientes. Es frecuente en la fábula. Hay personificación en: "La memoria tocará las palabras que te oí" (Andrés Sánchez Robayna) y en "Como una mariposa/ la viola apenas viola/ el reposo del aire (Ángel González).
Sinestesia
La sinestesia consiste en la unión de dos imágenes que pertenecen a diferentes mundos sensoriales, como "verde chillón", donde lo visual se une con lo auditivo. Algunos estudiosos la consideran una variante de la metáfora
El grupo de figuras retóricas de pensamiento es muy heterogéneo. Sin embargo, podemos establecer conexiones. El juego de estas figuras es un ejercicio de asociación, con distintos resultados: positivos, conflictivos, desproporcionados o paradójicos.

Hipérbole
Se trata de una exageración generalmente acompañada de un símil. La hipérbole es un recurso muy frecuente en poemas satíricos pero también en poemas amorosos o laudatorios. Esta figura refleja como ninguna el subjetivismo de la poesía.

Yace, en esta losa dura,
una mujer tan delgada
que en la vaina de una espada
se trajo a la sepultura
(Baltasar de Alcázar)

Pleonasmo
Consiste en añadir un término redundante y obvio, que sirve para aseverar la afirmación y recalcar una misma idea. La diferencia entre el pleonasmo y la redundancia involuntaria radica en la intencionalidad del autor y, por otro lado, los resultados.

Ya ejecuté, gran señor,
tu justicia justa y recta
(Tirso de Molina)

Paradoja
Es una del figuras más complejas y sutiles. Consiste en una afirmación a simple vista absurda que dice algo razonable y cierto en un grado inmediato de abstracción. Se produce un conflicto entre lo dicho y lo no dicho, pero también dicho, entre lo explícito y lo implícito.

El que ha ofendido a otro nunca le perdona (Quevedo)

Antítesis
Consiste en contraponer dos palabras, imágenes o conceptos que se contradicen. Este juego de contrastes dan mayor fuerza y relieve a las imágenes contrapuestas en un paso brusco del frío al calor.

Cuando quiero llorar, no lloro;
y a veces lloro sin querer (Rubén Darío)

Oxímoron
Esta figura es una mezcla de la paradoja y la antítesis. Consiste en una antítesis paradójica. Como dijimos, la antítesis son dos conceptos que se contradicen. En el oxímoron la contradicción toma un matiz positivo, un resultado paradójico: "clamoroso silencio", "dulce tormento".

Hoy es siempre todavía (Antonio Machado)

Prosopopeya
Consiste en una personificación, convirtiendo a seres inanimados en animados y a los animales en personas. Esta figura tan aparentemente trivial es una de las más antiguas de la literatura y es la base de las fábulas. De este modo los paisajes sienten y los animales poseen las virtudes y defectos humanos.

oh prados y verduras,
de flores esmaltado,
decid si por vosotros ha pasado
(San Juan de Cruz)

Lítote
Se trata de una negación atenuadora. Un eufemismo que consiste en que, negando la virtud, se afirma el defecto. Es decir: "esto no está muy bien" significa que "esto está mal".

Perífrasis
También llamado circunloquio consiste en eludir decir directamente lo que se desea decir dando un "rodeo" evitando las palabras "clave".

Estando en el lugar aquel,
me encontré con quien fue tu amigo
y ajustamos cuentas
(busqué a quien te ofendió y le maté)

La metáfora y los tropos

El grupo de figuras retóricas por antonomasia es la de sustitución, en la que las palabras simbolizan una imagen o concepto superior a su significado sintáctico. También llamados tropos, son por tanto, los casos en los que se produce un cambio de significación en las palabras.

El símil o comparación
La comparación no es un tropo, pues no desaparecen ni el referente ni el referido. Es decir, se expresa que el elemento A se parece al B, sin omitir el primer elemento, A. Sin embargo, la comparación es la raíz de los tropos. Existen distintos procesos de comparación que dan lugar a distintas figuras:

Es manso como un corderillo
(manso A = corderillo B)

Metáfora
Consiste en una comparación sin dejar constancia gramatical del símil ("es como", "se parece a", etc). La palabra "metáfora" significa en griego "trasposición" y en ella se identifica el elemento real A directamente con el elemento imaginario B. Existen distintos esquemas de metáforas:

A es B ella es un manojo de nervios
B de A (B=A) tocando el tambor del llano (el llano es como un tambor)
A: B/A, B El amor, herida mortal
B (en lugar de A) Su luna de pergamino (pandereta)



Metonimia
Es una figura también común en el habla coloquial. Se trata de una identificación por contigüidad. Así, se designa a un jugador de fútbol "numero siete" por el número de su camiseta, "España" por "selección española de fútbol", etc... Existen también muchos tipos de matonimia, algunos de ellos son:

Efecto y causa el disparo rebotó en la pared
Continente y contenido me tomé una copa
autor y obra en mi casa tengo un Dalí

Sinécdoque
Consiste en una metonimia muy característica en la que una parte sustituye a un conjunto más amplio o, al contrario, un conjunto por una parte concreta.

La ciudad le recibió cálidamente (personas de la ciudad)

Símbolo y la alegoría
Esta figura no compara por un parecido más o menos plástico, o por contigüidad y familiaridad, sino por convención social. Es decir, "todos" saben que al citar "la sagrada cruz" se refiere a la crucifixión de Cristo o que la paloma simboliza la paz.

Paloma blanca, ven a mí

Anadiplosis
Se trata de una figura pura mente formal, si bien realiza una función enfática. La anadiplosis consiste en una repetición de la última palabra en la primera palabra del verso siguiente. Como variante, existe la encadenación a través del uso de la anadiplosis en todos los versos. Es una figura de repetición.

Oye, no temas, y a mi ninfa dile,
dile que muero (Villegas)

Epanadiplosis
Es otra figura exclusivamente formal, con el mismo valor enfático que la anadiplosis. En este caso consiste en comenzar y terminar un mismo verso con la misma palabra. Es también una figura de repetición.

Verde que te quiere verde (García Lorca)

Anáfora
Se trata de una figura de repetición. Consiste en comenzar varios versos con la misma palabra. Es el primero de los paralelismos. La anáfora cohesiona ideas del propio poema además de darle musicalidad. Es una figura puramente formal y de repetición.

Salid fuera sin duelo,
salid sin duelo, lágrimas corriendo
(Garcilaso de la Vega)

Epífora
La epífora es hermana de la Anáfora. En este caso, los versos no empiezan, sino que acaban con la misma palabra. Es, por tanto, figura de repetición.

¿Está usted aburrido?
Me parece que está usted muy aburrido (Alberti)

Simploque
Consiste en la combinación de la anáfora y la epífora, es decir, dos versos empiezan y acaban igual. Es otra figura de repetición.

El mar. La mar.
El mar. Sólo la mar. (Alberti)
Paralelismo
Figura de repetición por antonomasia, consiste en la repetición de estructuras similares o idénticas. El paralelismo está abierto a cambios y dichos cambios de una parte de la secuencia repetida constituye las variantes del paralelismo.

Que te amo con el alma
que te quiero con el corazón
(que te + verbo + con el + sustantivo)

Quiasmo
Es una variante del paralelismo y por tanto una figura de repetición. Consiste en cruzar los elementos del paralelismo, tendiendo a la simetría de dichos elementos. Puede considerarse en cierto modo una figura de pensamiento, al ser un juego de relación más complejo que el paralelismo.

quitan gusto y celos dan (Tirso de Molina)
(verbo-CD, CD-verbo)

Polisíndeton
Es otra figura de repetición que, si bien puede parecer redundante, es enfática. Consiste en la repetición continuada de una conjunción coordinante (fundamentalmente la "y").

Hay un palacio y un río,
y un lago, y un puente viejo (Juan Ramón Jiménez)

Asíndetón
Es la figura opuesta al Polisíndeton. Consiste en suprimir las conjunciones coordinantes. Es una figura de rotura y no de repetición.

Acude, corre, vuela (Fray Luis de León)

Reduplicación
Es una figura de repetición muy sencilla, con un valor enfático y generalmente apelativo. Consiste en repetir una palabra, una tras otra, para recalcar dicha palabra


Correlación diseminativa-recolectiva
Es una figura de repetición compleja, pero muy presente en la poesía española. Se trata repartir palabras a lo largo del poema para relacionarles todas juntas al final del poema. Véase en este ejemplo:

Tengo un libro de Francis Jammes
bajo una rosa de la tar-

de. El agua llora en mi cristal.
Tarde de invierno, lluvia en paz.

¡Ay! ¿nadie quiere perfumar
esta divina soledad?

Mi alma estará de par en par,
todo será triste y carnal.

¡Olor a libro, a rosa, a tar-
de, a carne, a alma, a lluvia en paz!
(Juan Ramón Jiménez)

Hiperbaton
Es la figura de ruptura por antonomasia. Consiste en la ruptura del orden habitual de la estructura sintáctica de la oración.

Del salón en el ángulo oscuro (Bécquer)

Elipsis
Es una figura de omisión. Consiste en omitir una parte sintácticamente necesaria, obligando al lector a sobreentenderla. Si bien es una figura de lenguaje, ésta es algo más ambigua y puede ser considerada de pensamiento.

La (hora) del alba sería... (Cervantes)


BIBLIOGRAFIA

"http://es.wikipedia.org/wiki/Figuras_literarias"


Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2004. © 1993-2003 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
http://www.monografias.com/trabajos7/orat/orat2.shtml
Enciclopedia GER . tomo XX
Enciclopedia GER. Tomo XVII
Retórica Forense. Luis Antonio de la Lama.
Oratoria. Krell H. y A. ILVE,. Lima – Perú.
http://www.filosofia.tk/versoados/figuras_metafora.htm